El 27 de julio de 2019, su fisioterapeuta del Hospital Calderón Guardia, le había informado que ese día le daría de alta, en varias ocasiones Ivannia Sánchez le había dicho que el último día de terapia llegaría corriendo, aunque él insistió en que no lo hiciera, para ella hacerlo significaría alcanzar la meta. Ese día se puso sus tenis y corrió desde su casa en San Francisco de Dos Ríos hasta el Hospital Calderón Guardia.
Iva como le llaman de cariño, es una atleta que normalmente se ubica en el top 10 de las tablas generales de las carreras recreativas de atletismo en las que participa, como cualquier amante del deporte sus entrenamientos son constantes y su rendimiento es uno de los mejores del Equipo de Atletismo de San Francisco de Dos Ríos.
Esta atleta se ha convertido en todo un ejemplo a seguir para sus compañeros, gracias a su buen desempeño, su actitud positiva ante la vida y la sonrisa que le reparte a cualquiera motivándolo a no dar por sentado ningún esfuerzo.
Sin embargo, las ganas de vivir y ese sentido distinto que le da a la vida y que le transmite a los demás, se debe a que tuvo que enfrentar una enfermedad que la llevó a tener que correr la carrera más importante: luchar por su vida.
Desde la secundaria recuerda que le encantaba la clase de educación física del Liceo de Curridabat, en donde el profesor la ponía a correr la milla, pero es en el 2003 que su amiga doña Mary, le recomienda ingresar a un grupo de atletismo para mejorar sus habilidades como atleta, es así que conoce a su primer entrenador Pablo Delgado, actualmente entrenador de Umbral+.
“Recuerdo mi primer carrera fue la de la Cruz Roja competí en 10k y los hice en 51 minutos y estaba muy feliz y quedé en la posición 33 de aproximadamente 320 mujeres, cuando yo vi eso dije ¡Ay, Jesucristo! ¡No lo puedo creer!”
En ese momento no tenía tanto conocimiento sobre el deporte, pero al verse en esa posición de la tabla general delante de tantas mujeres que habían participado, se motivó a entrenar más para lograr mejores posiciones.
A partir del 2015, Ivannia empieza a tomar más en serio las carreras y empieza a entrenar fuerte tanto para asfalto como para Trail, su constancia la llevó a participar en la Carrera Ecogreen Trail Run en su edición del 2016.
“Eran tres carreras, la primera fue en San Pablo de Turrubares y quedé de décima, en la segunda carrera en Sarapiquí quedé de octava y en la última en Río Savegre quedé en sexto lugar, ahí gané el segundo lugar de mi categoría en Master A.”
Para el 2017, Iva compitió nuevamente en dicha carrera, ya se encontraba más preparada y lista para seguir escalando posiciones, sin embargo, una sensación extraña y de cansancio invadían todo su cuerpo.
“Esta vez me sentía más preparada, pero al mismo tiempo veía que algo en mi cuerpo no reaccionaba bien, para la última carrera que fue en Irazú no pude competir porque me di cuenta que estaba enferma.”
Al principio Iva pensó que era un desgaste mental, ya que hace 9 meses a su mamá le habían diagnosticado cáncer en un pulmón, creía que por eso se sentía tan desganada.
“Un día por la noche me estaba lavando los dientes y me noté un abultamiento en el lado derecho de la cara muy cerca del oído, al tocarlo se sentía duro y si se veía grande, me preocupé y me fui al médico.”
El diagnóstico fue un ganglio inflamado debido a una gripe por lo que recibió tratamiento para ello; a la semana siguiente, el abultamiento lo veía más grande y se sentía más cansada. Iva decidió consultar con un médico aparte quien le dió el mismo diagnóstico, solo que esta vez al médico no le parecía normal que el abultamiento estuviera tan duro y sin movimiento.
“A la semana siguiente me hicieron un ultrasonido y es cuando me indican que tenía un tumor en la glándula parótida. En ese momento se me complicó todo, ir a citas, biopsias, más dolores y la cara cada vez más hinchada. De ser una persona súper activa, pasé a no poder despertarme porque los tratamientos eran muy fuertes, luchaba contra los medicamentos porque no quería estar más en cama.”
A principios de 2018, Iva entró en una depresión muy fuerte y dejó lo que más le apasionaba: correr; sin embargo, su propósito de vida era otro y en marzo de ese mismo año se topó con un amigo, Ryan Murphy, quien le dijo que no se diera por vencida, que siguiera adelante.
Fue cuando tuvo la oportunidad de conocer a su entrenador actual, José Chavarría, él cuál la apoyó mucho en el proceso y no ha dejado de creer en su desempeño.
“Iva es una atleta muy completa corre calle y montaña, tiene mucha disciplina y cuando se pone un objetivo lo alcanza. En medio de la enfermedad no se rindió. Es muy valiente y fuerte.”
Conforme iba pasando el tratamiento de su mamá y el suyo, se dio cuenta que el tumor no era tan bueno como se lo habían dicho, así que el 3 de abril de 2019 tuvieron que operarla de urgencia porque la cara se le estaba desfigurando.
“Cuando me operaron, la cirugía se iba a tardar 2 horas, pero pasó hacer de 8 horas, debido a que el tumor no era lo que salía en los exámenes. Al salir de la sala, me decían que iba a durar un año con parálisis facial severa y durante ese año no podría realizar ningún tipo de deporte.”
Ivannia muchas veces pensó que su vida se había acabado en este proceso, aún en medio de tanto dolor se dijo así misma que iba a seguir adelante en esto.
“Me propuse en las terapias que iba a dar lo mejor de mí, ya que debía aprender a comer, a cerrar el ojo derecho y aprender hablar, cosas tan sencillas para cualquier persona para mí eran muy difíciles, además, vivía con la incertidumbre de saber si con la operación iba ser suficiente o iba a necesitar quimioterapia o radioterapia”.
Ese 27 de julio de 2019, marcó un antes y un después en la vida de Ivannia, ese día le dieron de alta y los doctores le indicaron que no ocuparía ningún otro tratamiento adicional y podía continuar haciendo deporte con normalidad.
“En agosto hice mi primera carrera organizada por la Bimbo, en esa ocasión quedé de octavo lugar, fue algo espectacular para mí después de lo que viví; luego de esa, hice la del Hospital México: Corre por mi Corazón y quedé en tercer lugar y participé en la carrera de Trail La Lucha en la cual quedé décimo lugar y eso que me caí y me corté un dedo”.
Iva a sus 36 años, no deja de creer que en la vida todo tiene solución excepto la muerte, considera que se debe continuar hacia delante, vivir el día a día y disfrutar cada momento.