El día lunes 14 de octubre, la velocista costarricense Andrea Vargas partió a su nuevo hogar en Oregon, Estados Unidos, junto a su esposo David Jiménez y su hija Avril, para renovar sus entrenamientos previos a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
La joven atleta, quien alcanzó la quinta posición en el Mundial de Atletismo en Doha (Catar) en los 100 metros valla, es la única deportista costarricense clasificada a las olimpiadas hasta el día de hoy, y planea reanudar sus esfuerzos hasta el 6 de noviembre en tierras norteamericanas, para poder disfrutar de un corto periodo de vacaciones.
“Es una nueva experiencia en nuestras vidas, muy emocionante, motivador y emotivo, pero sé que es una gran oportunidad para crecer” comentó Vargas.
A pesar de estar en otro país, Vargas expresó en sus redes sociales su orgullo por el lugar que la vio nacer.
“Llevo a toda Costa Rica en mi corazón y me siento orgullosamente puriscaleña”, escribió en su página de Facebook.
Andrea Vargas continuará su preparación física al lado de su madre y entrenadora Dixiana Mena, quien estará viajando periódicamente a Estados Unidos para supervisar las prácticas y competencias dela atleta costarricense.
